Pequeña Cassie y Pequeño Tian eran bebés sanos. Zu Wan y Tristan no podían contener su felicidad. Tocaban suavemente las mejillas de los gemelos.
Las pequeñas y suaves risitas de la Pequeña Cassie se podían escuchar mientras Pequeño Tian agarraba con sus pequeños dedos el dedo de Zu Wan.
Zhen-Zhen se sentía completa al ver a su familia junta. Tristan se acercó a ella con la Pequeña Cassie.
—Nuestra hija será una bella dama. Se parece a ti. ¡Y nuestro hijo se parece a mí! —dijo Tristan alegremente. Su rostro irradiaba felicidad.
—Umm, Pequeño Tian está agarrando mi dedo fuertemente. Parece que no quiere que toque su cara. ¿Y por qué no está riendo? Umm. Qué pequeño snob. —dijo Zu Wan, bromeando con su nieto.
—Suegro, ¿por qué siento que Pequeño Tian tiene similitudes contigo? Se ve muy serio. —dijo Tristan con una amplia sonrisa en su rostro.