LA DESESPERACIÓN

—¡Bree lanzó un grito cuando sintió que alguien le agarraba el tobillo y poco después el dolor invadió todo su ser cuando el hombre le clavó la inyección en la pierna!

—Al oír el grito de Bree, uno de los hombres lobo, que estaba más cerca de ella, se giró inmediatamente y arañó la mano que le había inyectado a la niña.

—Solo quedaba la mitad del extraño líquido verde dentro del tubo, lo que significaba que el hombre había logrado vaciar la otra mitad en el cuerpo de Bree.

—No sabían cuánto tardaría el medicamento en hacer efecto, pero tan pronto como Bree intentó levantarse, cayó lánguidamente al suelo, haciendo que los otros hombres lobo que corrían hacia la puerta de salida se detuvieran abruptamente.

—Retrocedieron y se reunieron alrededor de la niña en cuestión de momentos.