Bree, en su forma de dragón, agitó sus enormes alas y se elevó en el oscuro cielo, gimiendo y gruñendo de dolor, mientras las garras y colmillos del vampiro la perforaban. Podía sentir su sangre fluyendo por el costado de su cuerpo y el dolor adormecía sus otros sentidos.
Maniobró en el aire, sacudiendo su cuerpo mientras se lanzaba hacia abajo a toda velocidad, para deshacerse de esta criatura chupasangre, pero sus garras se habían incrustado profundamente en su carne, así que incluso un pequeño movimiento aumentaba el dolor hasta un límite casi insoportable para ella mientras hacía que él se aferrara más a ella.
No solo eso, debajo de ella, algunos autos con sirenas estridentes la seguían mientras los guardias de la unidad en esos intentaban apuntar sus armas a la bestia dragón.