La deslumbrante luz brillante, que hizo que Kace perdiera la vista, ahora se desvanecía lentamente, permitiéndole abrir los ojos y observar su entorno.
Al parecer, esto no le había sucedido solo a él, porque Torak y Jedrek parecían haber experimentado lo mismo, ya que gemían mientras apoyaban sus manos en el suelo húmedo.
Kace sintió que su cabeza le dolía un poco mientras su cuerpo le parecía extraño, pero eso no era lo que más le molestaba, ya que todavía estaba tratando de digerir lo que realmente había pasado, porque lo último que recordaba eran; llamas azules envolviendo sus cuerpos después de quemar a todos los cambiaformas y las criaturas del infierno.
Entonces…
Lidya y Nutdrouk.
Había visto a la bruja y al enano apareciendo cerca de ellos antes de perder la conciencia. ¿Qué pasó? ¿Dónde están?
Kace echó un vistazo a su alrededor y miró hacia el cielo rojo. El mismo cielo que vio la última vez.
Pero, este lugar... se veía familiar…