—¿Qué quieres? —preguntó Selene, aunque ya sabía cuál sería la respuesta de Serefina, aún quería ponerla a prueba una última vez—. ¿Quieres que todo vuelva a ser como antes?
—No —respondió Serefina con firmeza—. Quiero desaparecer.
—¿Estás segura de esto?
—Sí.
—Como desees. —Selene entonces movió su mano y el cuerpo de Serefina comenzó a desvanecerse como una imagen que desaparece—. Adiós Serefina.
—Serefina no respondió, pero le ofreció una sonrisa sincera a la diosa de la luna.
—Y así, la última bruja de sangre pura desaparecería por completo de este mundo. Ni siquiera su alma podría ser encontrada de nuevo.
—Serefina eligió este camino por sí misma, porque los sentimientos que había estado albergando durante mucho tiempo la atormentaban demasiado y no pensaba que quisiera repetirlo de nuevo o ponerse en una situación complicada más de lo que ya había experimentado.
—Ella quería ser libre...