Tiana ya no podía soportar lo que Oliver le hacía, no solo esta vez la golpeó y le hizo sangrar los labios por el golpe, sino que además esta relación era muy tóxica.
Habían estado juntos por más de ocho meses, pero en los últimos cuatro meses su actitud había cambiado y hace dos meses, había comenzado a golpearla.
Al principio Oliver solo la golpeaba cuando estaba borracho y molesto, pero ahora, incluso la golpeaba estando sobrio.
—¡Detente! —gritó Tiana. Intentó defenderse de la mano de Oliver que intentaba tocarla. Sus problemas siempre comenzaban con cuestiones triviales, hasta algo que involucraba principios. —¡Me lastimas! —exclamó Tiana, sollozando de dolor.
Intentó lanzar al hombre con cualquier cosa que pudiera alcanzar y escapar de esta maldita casa.