KAYDEN

—¿No deberías disculparte y volver a tu manada ahora? —le preguntó Sean a Kayden mientras se tomaba su segundo vaso de scotch.

Él ni siquiera entendía por qué podía estar aquí y acompañar a su primo que estaba huyendo de casa.

—No —respondió secamente Kayden— y esa fue la misma respuesta que le dio a cada pregunta y sugerencia que Sean le ofreció.

Hace una semana, Kayden tuvo una gran discusión con su padre, Torak, en la cual ni su madre pudo mediar entre ellos como de costumbre.

Y al final de la pelea, Kayden eligió dejar la casa. Necesitaba una vida más allá de la sombra de su gran padre.

Para otros, quizás tener un padre como Torak Donovan era un honor.

Bueno, Kayden sentía lo mismo hasta que se dio cuenta de la pesada carga de responsabilidad que tenía que llevar al estar bajo el nombre de su padre.