La Guerra Fría Comienza-II

Los tres se reunieron nuevamente en el subterráneo donde Lady Caroline les había permitido hacer de ese espacio su sala de planificación, ya que los secretos se enterrarían en el subterráneo para siempre. Belcebú se presionó la mano contra la frente.

—¿Dónde la viste por última vez? —preguntó Elisa. Conociendo a su tía, creía que Esther no tomaría una decisión apresurada o estúpida como abandonar el castillo, que es su lugar más seguro en el momento actual.

—En la habitación de Gabriel —la ceja fruncida de Belcebú se hizo más profunda—. Tuvimos una pequeña discusión y Esther decidió irse.

—Una disputa en un momento como este. Niños que sois ambos —comentó Ian, y aunque a Belcebú le molestó, no tenía palabras para refutar, ya que lo que había hecho era de hecho infantil para su edad. Sin embargo, tampoco era algo que pudiera controlar.

Elisa caminó hacia Lady Caroline cuando vio a la mujer mayor agachando la cabeza para entrar en la habitación. Con un suspiro, la dama dijo: