—BOOOOOOOOOOOOOOOOOOMMMMM!!!
El asalto a la Zona de Producción comenzó con un retumbar atronador.
Las explosiones sacudieron el área mientras la Resistencia lanzaba su primera ola, rompiendo las defensas del Emperador Dragón. El avance activó los sistemas de seguridad de las instalaciones, y pronto el cielo se oscureció con las siluetas de los Dragonoides—cientos de ellos—descendiendo sobre la Resistencia como una tormenta.
Rey, al frente, se crujía los nudillos. —Veamos qué tan duros son esta vez.
La primera oleada de Dragonoides vino chillando hacia ellos, sus garras brillando y las armas de energía cargándose. Pero Rey ya estaba en movimiento, una ráfaga de velocidad mientras se lanzaba al combate.
Con un solo golpe de su espada, tres Dragonoides cayeron, sus formas metálicas desplomándose al suelo.
Más se adelantaron, pero Rey no vaciló.