La Última Frontera [Pt 6]

El ser miró a Rey. No parpadeó. No se movió. No respiró.

Su silueta se movía y palpitaba como si no estuviera hecha para la observación. Sus ojos intentaban formar figuras—cuernos, bigotes, colas, garras, anillos de runas cambiantes que se enroscaban alrededor de donde podría estar su cuello—pero nada permanecía constante. Todo estaba envuelto en una sombra más profunda que cualquier cosa que él hubiera visto antes. Como una forma tallada en la ausencia.

Su sonrisa no cambió.

—Yo debería ser el que pregunta —dijo, con una voz como seda ondulante sobre vidrio—. ¿Quién eres? ¿Dónde está mi fragmento caído?

Los pensamientos de Rey se ralentizaron. ¿Fragmento caído?

—No sé a qué te refieres con eso —respondió cautelosamente—. Pero... llegué aquí a través del desapego. Después de derrotar a alguien llamado Adrien, absorbí los restos de su dominio. Luego me corté a mí mismo de la existencia. Todo colapsó. Pensé que morí.

La sonrisa permanecía.