Ahora

El resultado fue caos puro.

La majestuosa cadena montañosa verde que se había extendido por millas había explotado.

Su destrucción había sido instantánea.

Y con ella, miles de figuras se desplomaron.

Los líderes de división, que una vez habían estado ascendiendo constantemente, ahora caían como hormigas, sus formas girando por el aire mientras el mismo suelo bajo ellos colapsaba.

Sus gritos y llantos atravesaban el aire, resonando desde todas direcciones.

Escombros montañosos llovían, colosales rocas y barrancos fracturados cascada abajo en un deslizamiento implacable.

Sin embargo

Los más fuertes entre ellos reaccionaron al instante, girando en el aire, estabilizando sus caídas, aterrizando sobre cualquier escombro que pudieran antes de saltar hacia la seguridad.

Algunos afortunados cuyos linajes les permitían volar detuvieron su descenso.

Pero los más débiles no tenían ninguna oportunidad.