Rain dejó de dudar y pronto comenzó a moverse a una velocidad increíblemente rápida y mató a todas las personas en esa área. No tuvieron la oportunidad de atacarlo... Rain solo podía imaginar que habían estado allí por un tiempo y no habían logrado recuperar sus poderes.
Después de moverse, Rain vio algunas tiendas de campaña improvisadas, pero todas estaban hechas de piedra. Había algunos restos de insectos que habían sido comidos y muchas otras cosas que probablemente no deberían ponerse en sus bocas, pero esas personas no tenían otra opción.
De todos modos, Rain atravesó los corazones de los enemigos con su mano derecha y la dejó allí por un tiempo. Cuando la retiró, los cuerpos no sangraron, y sus manos tampoco se ensuciaron de sangre. En vez de eso, tenía esferas rojas en sus manos hechas con la sangre de esas personas.
—Ni siquiera estoy seguro de si debería preguntar qué planeas hacer con esto —preguntó Elisabetha.