Clan

El grupo trató de avanzar hacia el siguiente campo de batalla lo más rápido posible. Sin embargo, la fatiga de sus combates anteriores pesaba mucho sobre ellos. Cada paso se sentía como una lucha, y los movimientos, antes rápidos, ahora eran lentos. La intensidad de sus batallas anteriores había pasado factura a su resistencia, dejándolos exhaustos y fatigados.

Rain, en particular, era quien más sufría. Cada paso que daba enviaba escalofríos de dolor por su cuerpo. Las heridas en su espalda y costado, infligidas por la mujer-araña de sombra gigante, palpitaban con cada movimiento. A pesar de su determinación, el esfuerzo físico era evidente, y se hacía cada vez más claro que Rain no estaba en su mejor condición.

La sugerencia anterior de Sealyn resonaba en su mente: quizá a Rain le iría mejor en la retaguardia esta vez. El grupo necesitaba su visión estratégica y apoyo mágico, y empujarse a sí mismo a las líneas del frente en su estado actual podría hacer más mal que bien.