No es Vudú

«Vaya, está claro que a Pam le gusta la extravagancia», pensó Archer mientras miraba las pinturas caras y las obras de arte que decoraban el vestíbulo.

Una docena de guardias los observaban, lo que le causó curiosidad. —¿Qué pasa con todos los guardaespaldas? —preguntó a Alexa.

La mujer de cabello azul marino se veía nerviosa, pero negó con la cabeza antes de responder:

—Alguien está amenazando a la familia, y hubo un intento de secuestro de Josie y Lacy hace unas semanas, así que Mamá contrató a una empresa de seguridad para protegernos.

—¿Cuándo regresan? —preguntó Archer mientras caminaban por uno de los pasillos solo para notar guardias armados diseminados por él.

Alexa pensó por un segundo antes de responder:

—Esta noche. Deberían estar en la reunión con esa elegante familia francesa de armas antes de tomar nuestro avión de regreso al Aeropuerto de Gatwick.