—Padre me está enviando mensajes otra vez. ¿Acaso no tiene nada mejor que hacer?! —Hesta suspiró exasperada, pero la comisura de sus labios se levantó, insinuando una sonrisa—. Qué fastidio.
—Ha estado más activo últimamente. Debe haber tenido un buen año —comentó Evalynn mientras revisaba un montón de papeles.
Había pasado un año desde que comenzó el Servicio de Protección Humana, y no era exagerado decir que había sido un desastre total. El inicio de la protección fue horrible porque la mayoría de las razas humanas había escuchado algo sobre los Hyumanos y cómo conquistaban razas más débiles para secuestrar a sus prodigios. Había habido muchos más rumores, pero ninguno era positivo, lo que hacía cada vez más difícil hablar con los líderes de las razas Humanas Menores.