—Bueno, eso fue una comida deliciosa —dijo Anon al terminar su comida.
—¿Nos estás burlando? —preguntó Lauren con una expresión seria.
—Oh, no... Solo digo que hace mucho que no como comida casera y es realmente sabrosa —habló Anon mientras miraba a Lauren.
—Bueno, ¿qué puedo decir...? Simplemente soy una muy buena cocinera. Pensé en abrir mi propio restaurante una vez... Pero luego me di cuenta de que no tengo dinero —habló Lauren mientras recogía los platos vacíos y se dirigía a la cocina.
—¿Quieres agua? —preguntó Lery.
—Sí, ¿por qué no? —respondió Anon con una sonrisa.
Lery fue a la cocina y trajo un vaso de agua.
—Gracias... —Anon bebió el agua y le devolvió el vaso vacío a Lery.
—Ven conmigo... Te mostraré tu habitación —dijo Lery mientras comenzaba a caminar hacia las escaleras.