7 horas después...
—Parpadeo-Parpadeo.
Anon abrió los ojos lentamente y notó la sonrisa de una anciana elfa.
—¿Qué diablos...? ¿Estoy soñando? —preguntó Anon con expresión confusa.
—¿Estás despierto, chico? —preguntó Elga son una sonrisa mientras colocaba su mano sobre la mejilla de Anon lentamente.
—Señora... No me interesan para nada las mayores de 900 años —dijo Anon mientras la observaba.
—Eres gracioso... Pero, creo que ya es hora de cenar —dijo Elga con una sonrisa.
—Hup.
Anon se levantó de inmediato de su regazo y se dio cuenta de que estaba en la sala de reuniones.
—Mmm...? ¿Por qué estoy aquí? —preguntó Anon con expresión confusa.
—Tal vez caminas mucho en sueños —dijo Elga son una sonrisa desde atrás.
—Eh... ¿Quién eres? —preguntó Anon con expresión confusa mientras se daba la vuelta y miraba a Elga.