—No puedo morir... ¿No lo entiendes? —respondió Anon con una sonrisa.
—¿A qué te refieres? —preguntó Damon con una expresión confundida.
—No he tenido sexo con cada chica del mundo y no puedo morir a menos que me acueste con cada una —respondió Anon con una sonrisa.
—Realmente eres un psicópata... Cabrón —habló Damon mientras se sentaba en una piedra.
—La Raíz de Sangre es más fuerte por la noche. Según el pergamino, absorbe sus poderes de la luz de la luna y de la oscuridad.
—Tenemos que luchar contra ella de día y podremos matarla. Quiero decir, es un árbol... No puede seguirnos.
—Solo causaremos daño y nos alejaremos de su alcance —habló Anon mientras miraba a Damon.
—Sí, como si fuera tan simple... No olvides que es una entidad del vacío que termina el mundo altamente conocedora.
—Fue capaz de entrar en tu mente... No creo que necesites más pruebas para conocer su fuerza —respondió Damon con una expresión neutral.
—¿Entonces qué sugieres? —preguntó Anon.
—Sugiero corr