En las Fronteras del Reino de Zorion, una enorme montaña de cadáveres casi igualando en altura a las murallas del reino se puede ver a la distancia y en la cima de esa montaña... Un hombre está sentado completamente cubierto de sangre.
—Golpe.
El Rey del reino de los Vermis, Rodrick Rands está de rodillas y miraba la montaña de cadáveres con los ojos abiertos de miedo y shock.
—¿C-Cómo... puede pasar e-esto? —preguntó Rodrick ya que no podía entender nada de lo que estaba sucediendo frente a sus ojos.
—Setecientos mil soldados... Todos asesinados, por un solo ser. E-Esto es una historia que se contará por generaciones... —habló Bernie ya que no podía evitar temer la fuerza de Anon.
—E-Eso ni siquiera fue matar o una batalla adecuada... Fue una carnicería unilateral. Él literalmente mató a todos nuestros soldados y no recibió ni un rasguño en su cuerpo. Este tipo es... algo más, incluso los Monstruos son matables —habló Flinch mientras miraba a Anon.