—Por favor, entra... El sol se está poniendo y vamos a cenar en un rato. Únete a nosotros. —habló Alder mientras miraba a Athena y su abuela.
—No, quiero pelear con él primero. —habló Athena mientras señalaba hacia Anon.
*Bonk*
De repente, Arthera le golpeó en la cabeza por detrás con su bastón.
—Ay-Ay-Ay... Abuela, ¿qué estás haciendo? —preguntó Athena con una expresión confundida mientras se frotaba la cabeza con ambas manos.
—¿No te enseñé modales? Si te están pidiendo comida, deberías aceptar amablemente.
¿Por qué le pides a alguien que pelee contigo de inmediato? —habló Arthera con una expresión ligeramente enojada.
—Lo siento, comeré la cena pero, ¿puedo pelear contigo después de eso? —preguntó Athena mientras miraba a Anon.
Anon no dijo nada y caminó de regreso a la mansión con la cara seria.
—¿Qué le pasa? —preguntó Athena con una expresión confundida mientras miraba a Alder.
—No lo sé, solo soy un sirviente obediente. —respondió Alder con una sonrisa.