Courtney le gustaba tener hermanos. Especialmente mayores.
Eran como padres súper cariñosos que te dejaban salirte con la tuya en muchas cosas y siempre le estaban pasando cosas deliciosas de contrabando.
Pero entre todos sus hermanos, tenía uno favorito seguro desde el momento en que fue acogida en la familia.
*¡Crujido!*
La puerta del dormitorio de Courtney se entreabrió y escuchó el sonido de pasos acercándose a su cama.
—...¿Ella se lo creyó? —Courtney abrió un ojo y miró hacia arriba a su encantador hermano mayor de cabello morado.
A su lado, había una belleza madura con un cuerpo esbelto y largo cabello negro.
El resplandor de sus ojos dorados y los rojos de él iluminaban su oscuro cuarto mejor que su luz de noche de 'Jack Skellington'.
—¡Las mamis estaban súper preocupadas cuando dije que me dolía la barriga en la cena, pero no me hicieron comer mucho, así que estoy lista para ir!