Tal como parece...

Lucifer entró en un gran comedor que era tan siniestro como uno podría esperar.

Las paredes estaban pintadas de un rojo profundo no muy diferente al de la sangre.

Los suelos eran de piedra negra profunda, más oscuros y exquisitos que incluso el granito.

Un candelabro hecho de hueso humano colgaba en el aire sobre la larga mesa que se llenaba lentamente de comida.

Aunque parecía delirantemente poco apetecible.

La carne de demonio tiende a carecer de ese nivel de atractivo 'A-5'...

Las frutas de los árboles qlifot son la única vegetación que crece en el infierno, así que suelen servirse con cada comida de Lucifer.

—No es frecuente que decidas sentarte a comer... me pregunto qué tipo de ocasión habrá traído esto.—Lucifer miró a una de las tres mujeres que ya estaban sentadas a la mesa.

Era de blanco puro, como un copo de nieve, pero nada en ella parecía frío.