Una Reacción Válida

—Ubicación Desconocida.

Dentro de una habitación escasamente iluminada, Percival se encontraba solo, temblando mientras se cernía sobre un caldero brumoso.

Dentro de él, observaba una escena a través de los ojos de otro él mismo mientras encontraba un amargo y envidiable final.

La piedra que formaba el caldero crujía bajo su agarre. Todo el líquido dentro de la antigua olla se derramaba en el suelo.

Sus dientes rechinantes solo se separaban para escupir odio y vil verborrea.

—¿Cómo... se atreven...? ¡Esas perras! —Percival arañaba sus marcadas facciones con sus garras. Una de sus manos parecía faltar, pero volvía a crecer de manera semi-lenta.

Percival deambulaba furioso por la habitación, destrozando obstáculos en su camino y comportándose como si no fuera mejor que un niño pequeño en medio de un berrinche.

Aunque las palabras que escupía eran mucho peores que barro o cualquier cosa que pudiera haber salido de un pañal.