¡Construcción Completa!

Abadón despertó lentamente cuando él y todos los demás escucharon el sonido de un movimiento abrupto de su figura.

Cuando abrió los ojos, encontró a Valerie montándolo a horcajadas. Sus manos luchaban frenéticamente por romper la cuerda que lo ataba en su lugar.

—¿Val? ¿Ya has vuelto?

—Sí —Valerie asintió mientras continuaba trabajando en las cuerdas.

—...¿Qué estás haciendo?

—He estado fuera por más de 100,000 años. ¿Crees que voy a dejar que algo se interponga entre mí y un orgasmo alucinante? Estás muy confundido, señor.

—Umm, mi amor...

—No quiero escucharlo, no digas nada a menos que vayas a decirme lo apretado que está.

—V-Val...

—Está bien, también puedes decir mi nombre.

Valerie congeló las cuerdas que ataban a su esposo y luego las rompió en pedazos, liberándolo instantáneamente.

Ella agarró dos puñados de su ropa y los rasgó con todas sus fuerzas.

Abadón ya empezaba a olvidar por qué estaba resistiendo en primer lugar.

—¡VALERIE!