Tan pronto como el demonio se desmayó, Astaroth giró su cabeza hacia Geminae.
—Tú. Ven aquí. Necesito tu ayuda con algo —Geminae asintió, manteniéndose en silencio.
La verdad era que Astaroth no tenía ni idea de cómo sellar nada. No estaba versado en técnicas de sellado ni siquiera era medio decente en lenguaje rúnico.
Por eso estaba pidiendo ayuda a Geminae.
—Ayúdame a sellar esta llama en la cabeza del demonio. No sé cómo hacerlo.
Geminae parecía confundido sobre la cadena de acciones de Astaroth.
Primero, potenció al demonio, lo cual era una idea terrible en su mente. Luego, lo noqueó y quería sellar una parte de su poder.
¿Por qué potenciarlo si iba a sellar su poder de todas formas? Podría haber dejado que muriera.
Viendo su cara confundida, Astaroth suspiró con irritación.