Una Demostración de Poder

Catalina corrió hacia su hija cuando la vio en el suelo en los brazos de Alex.

Alex no era de los que se interponían, así que en cuanto su madre la atrapó, él la soltó.

—¿Qué pasó? ¿Por qué está tendida en el suelo, Alexander? —Catalina gruñó.

Alex levantó las manos, intentando pacificarla.

—Es normal. Yo también me desmayé cuando formé el mío. Se llama agotamiento de mana. Formar el lóbulo de mana consumió todo su mana, y se desmayó. Es como si hubiera trabajado demasiado. No es nada peligroso. Estaba a punto de ayudarla a recuperarse —explicó.

Catalina lo miró con desconfianza, sin creer del todo sus palabras, pero Violeta asintió, confirmando lo que decía, y Catalina se replegó.

—Entonces ponte a ello. Mi hija nunca debería estar en el suelo así —demandó.

Alex contuvo una carcajada al comprender el doble sentido de sus palabras.