Posibles Objetivos

El resto del día se pasó disfrutando de la compañía del otro, algo que Alex y Kary no habían tenido mucho tiempo de hacer desde que Alex regresó.

Al menos, eso fue hasta que David decidió aparecer sin avisar, como de costumbre.

Viéndolo en la cámara del elevador, Alex suspiró mientras presionaba el botón para permitirle subir.

Caminó de regreso al sofá, se sentó, y Kary ni siquiera necesitaba preguntarle quién era. Podía sentir su presencia desde allí arriba en el ático.

—¿Le mataría llamar o enviar un mensaje antes de aparecer? —preguntó, sacudiendo la cabeza decepcionada.

Alex soltó una carcajada.

—A veces me pregunto cómo lo educaron. Digo, es de cortesía común anunciar tu llegada a casa de un amigo de antemano, ¿no? —se burló.

El elevador sonó y David entró, sin decir una palabra, como si fuera el dueño del lugar. Caminó hasta la nevera, agarró una manzana fría y se fue a sentar con los otros dos.