Profecía en las Paredes

Ante ellos se erigía una puerta de proporciones tan colosales que parecía empequeñecer el mismo concepto de tamaño, y dos imponentes hombres lagarto montaban guardia, su presencia solo amplificaba la grandeza de la puerta.

En sus manos, sostenían una guisarma en una mano y un masivo escudo torre en la otra, con una única gema roja en su centro, hecha para adornar un grabado que parecía mucho un ojo.

También notaron que el mural que habían visto era solo una parte de él. Y el resto era igual de horrorizante.

Imágenes de dragones volando sobre diferentes ciudades, desgarrándolas y destruyendo todo a su paso, adornaban la sala.

Una incluso mostraba un dragón incendiando un gigantesco bosque, y David tragó saliva.

—Ese es el dragón que se muestra en Brasil… ¿Qué diablos está pasando en esta sala? —preguntó, su voz temblorosa.

Alex nunca lo había visto reaccionar así y se le erizaron los pelos del brazo.