Red de Contrabandistas

Alex miró a la mujer pequeñita, cuya figura compacta y rasgos faciales estrechamente entrelazados la hacían parecer un topo, aunque uno mejor parecido, y frunció el ceño.

La mujer miró a los demás, aún esperando en la sala, y ladró.

—¿Qué esperan ustedes? ¿Quieren llegar a su avión o no? —gruñó ella.

Las cabezas giraron en dirección a Kary y Alex, y Kary asintió, dándoles el visto bueno.

Ella tampoco estaba segura de la situación, pero viendo cómo David había entrado con confianza al pasillo, imaginó que sabía lo que hacía.

Alex avanzó hacia el pasillo detrás de sus amigos, dejando a Kary como la última en entrar.

Ella miró a la mujer, observándola detenidamente, y la mujer perdió la paciencia una vez más.

—Última llamada. Si no meten su trasero en este pasadizo, los dejo atrás, cabeza de zanahoria —gruñó ella.

Kary sonrió a la mujer, su cabello se encendió un poco, haciendo que la mujer diera un salto hacia atrás levemente.