¡Una emboscada!

Para hacerlo, comenzaron a colocar arreglos y trampas en todo el camino seguro. Establecieron estas a lo largo de decenas de kilómetros y no escatimaron en el uso de todos los recursos a su disposición.

Se aseguraron de no alarmar a las fuerzas estacionadas en la ruta segura que alejaba a los corredores de aquí. No sabían si había una manera de comunicarse entre esta fuerza y los líderes oscuros lejos de aquí. Y afortunadamente no se expusieron, o de lo contrario todo el plan estaría arruinado.

A las pocas horas de hacerlo, sintieron que algo iba mal en la fuerza estacionada en ese lugar. Notaron movimientos extraños allí, con muchos maestros huyendo como si estuvieran escapando de una plaga o algo por el estilo.

—Vienen —esto fue lo que todos pensaron al mismo tiempo—. Entonces preparémonos. No cometan errores y maten a todos los que puedan —añadió Pereza usando la telepatía espiritual antes de que todos se ocultaran en espera, escondiéndose en muchos arreglos de sigilo.