—Tenía curiosidad por saber por qué tenemos que matarlos, y no intentar domesticar a estos monstruos y tomar uno como mascota. Quería un zorro, con un pelaje tan lindo y suave, para que fuera mi mascota...
—¿Querías un zorro? ¡Jajaja! Tus sueños se hicieron realidad, y terminaste con un zorro al final, ¡jajaja! —Peter no pudo contenerse al escuchar sus palabras, y señaló a William mientras los demás entendían a qué se refería.
Y cuando lo hicieron, un coro de risas apareció y se esparció entre todos los demás.
—No tiene gracia, no tiene gracia en absoluto —William los miraba a todos mientras se sentía molesto por su actitud burlona. Sin embargo, seguían riendo incluso cuando él se quejaba de ello.