—Maldición, tengo que moverme ahora entonces —estaba a punto de moverse, antes de recordar de repente algo—. ¿Y tú? ¿Qué vas a hacer?
—¿Yo? —William se señaló a sí mismo como si ella hubiera dicho algo extraño y bastante sorprendente—. Nada, esperaré a que me traigas el cristal, y luego iré hacia ese hombre y lo mataré.
—¿Solo?!! —todos dijeron al mismo tiempo—. ¡No otra vez! —también añadieron al unísono, haciendo que William no pudiera responder durante unos segundos salvo por sonreír con ironía y rascarse la parte de atrás de la cabeza.
—Quiero llevarlos a todos conmigo, de verdad lo deseo —cuanto más trataba de sonar sincero y honesto, menos le creían lo que decía.
—Entonces llévanos, quiero explorar el mundo exterior —Karoline fue la primera en hablar antes de que muchos se unieran.
—Vamos, me conoces... No puedo arrastrarlos a todos conmigo hacia zonas peligrosas...