¡Que Vengan!

—Es mi visión, ¿verdad? —dijo Pantera lentamente, en un tono cargado de auto-reproche y arrepentimiento.

—Salvé tu vida, di gracias entonces —William no actuó con humildad ni amabilidad con Pantera, lo miró de manera seria—. Lo que pasé, te hubiera pasado a ti, en cambio tú no lo hubieras logrado.

—Esto… Gracias a eso —Pantera bajó la cabeza por primera vez en décadas, y lo hizo por un joven, uno que no estaba a la altura de su nivel de poder a los ojos de todos.

—No vale la pena —suspiró William, miró a su alrededor, viendo los rostros antiguos que solía ver en la ciudad durante años, vio los rostros nuevos de los nuevos miembros de su gremio—. Quería decir que todo había terminado y que íbamos a vivir felices para siempre, pero eso no es cierto. Todavía necesitamos hacer algo más, algo muy peligroso sin duda.