Más fuerte que la oscuridad

Asher miró hacia abajo en el abismo bostezante, sus llamas verdes oscuras iluminaban débilmente los bordes del abismo. El aire opresivo que emanaba de abajo parecía más espeso, más oscuro y más frío que cualquier cosa que hubiera encontrado arriba. Los susurros de una energía antigua y ominosa rozaban sus sentidos, llenando el silencio como el aliento de un fantasma.

—Tal vez debería... —murmuró Asher, con la mirada fija en las profundidades invisibles.

La lengua bifurcada de Lori se movía ansiosamente mientras siseaba incrédula:

—¿Estás loco, mocoso? ¡El aire que viene de ahí abajo parece incluso más maldito que aquí! Incluso yo me cocería en horas si me quedara ahí abajo.

Los labios de Asher se curvaron en una leve sonrisa burlona: