La tensión en la cámara se intensificó a medida que el no-muerto se acercaba, sus movimientos deliberados y espeluznantemente silenciosos, excepto por el leve crujido de sus huesos carbonizados. Sus vacías cuencas brillantes en verde parecían atravesar a Asher, despojándolo de todas sus defensas con tan solo su mirada.
El agarre de Asher sobre su cuchilla circular se endureció, las llamas verdes oscuras a su alrededor ardían mientras se preparaba, con cuentas de luz de maná verdosa brillando a lo largo del filo de su hoja. El opresivo aura que emanaba del no-muerto oprimía su alma, amenazando con sofocar su determinación.
Sin previo aviso, el no-muerto se lanzó hacia delante, su forma un borrón de velocidad. Asher, instintivamente, balanceó su cuchilla circular, el arma cortando el aire con un agudo silbido. El no-muerto giró imposiblemente en el aire, esquivando el golpe con precisión, antes de asestar una devastadora patada a las costillas de Asher.