La Sala del Tribunal, no lejos de la Torre Infinita, se alzaba sobre ellos como una fortaleza inquebrantable, su grandiosa arquitectura combinando la majestad del mundo de la Tierra con la implacable modernidad de Marte. Dentro, el aire estaba cargado de tensión. Las paredes, revestidas con intrincados grabados en acero de justicia y equilibrio, eran testigos mudos del destino de aquellos que pasaban por sus pasillos. Filas de guardias de la AHC estaban firmes, sus armas preparadas, sus expresiones frías. Y en medio de todo eso, Arturo se encontraba con toda su indumentaria de Cazador. Su armadura dorada brillaba bajo las luces artificiales, la impecable capa blanca ondeando detrás de él mientras guiaba a sus prisioneros hacia adelante.
Grace. Amelia. Yui. Remy.