—Esto es…
—Vaya…
Ttang! Ttang! Ttang!
Como esta era la última lección del joven para él, Valyr decidió forjar un objeto a un ritmo que fuera más fácil para Juno seguir, incluso llegando al extremo de prescindir del uso de sus brazos translúcidos durante el proceso de forja.
Debido a eso, era como si el velo que cubría los métodos del joven para Juno finalmente hubiera sido removido, permitiéndole ver cada paso de su proceso de forja con gran claridad.
Desde los materiales que seleccionaba para el equipo, hasta las técnicas de martilleo que usaba para darles la forma deseada, el hombre los memorizó todos, sin siquiera apartar los ojos de los movimientos de Valyr ni un segundo por miedo a perderse hasta el más mínimo detalle.
Ttang! Ttang! Ttang!
Sorprendentemente, mientras Valyr continuaba forjando un objeto para Juno, la acción de este último de memorizar los movimientos del joven gradualmente se convirtió en parte de su subconsciente.