La lección final

Reflexionando sobre los pensamientos que surgían en su mente por un momento, Valyr finalmente miró a Juno mientras le preguntaba, —Recuérdame… ¿cuándo te envié el mensaje para que vinieras aquí nuevamente?

—Hace unas horas —dijo Juno en respuesta, las palabras anteriores del joven causándole mayor confusión—. ¿Te sientes mal o algo así? ¿Tu tarea personal hizo que malinterpretaras la hora sin querer?

—Quizás —respondió Valyr en un murmullo, los engranajes en su mente girando a toda velocidad mientras miraba de vez en cuando dónde estaba el sol—. Honestamente, todavía no he cerrado los ojos desde que terminé con eso.

—No deberías haberme pedido que viniera aquí, entonces. Al escuchar esas palabras, la confusión que Juno sentía se reemplazó inmediatamente por preocupación.

—Como compañero herrero, sé que hay días en los que renunciamos al sueño por el arte, pero deberías realmente descansar cuando tengas la oportunidad de hacerlo.