Esa declaración fue un poco chocante, pero, en retrospectiva, no debería haberlo sido.
—Puedo entender por qué ella quiere dejar el lugar cuya negligencia y enemigos causaron la muerte de las personas que más le importaban —Rui comprendió completamente su decisión.
Los otros dos Escuderos Marciales supervivientes también siguieron el ejemplo cuando vieron que incluso el Escudero Marcial más fuerte entre ellos se negaba a seguir trabajando bajo el Presidente Deacon.
—Creo que yo tampoco puedo permitirme continuar bajo este contrato —dijo uno.
—No vine a la Confederación Shionel para verse envuelto en algún tipo de conflicto político —añadió otro.
Los tres Escuderos Marciales salieron de la habitación, dejando solo a Rui.
A su crédito, el Presidente Deacon no pareció inmutarse por su partida. Se volvió hacia Rui con una expresión indiferente:
—¿Y tú? —preguntó.