—Kane, ve a tirar el depósito de mineral esotérico en el agujero que cavamos antes —le informó Rui—. Nos estamos quedando sin tiempo.
—Oh, cierto, casi me olvido de eso —asintió Kane.
No le llevó mucho tiempo a Kane terminar esta tarea. Rui había eligido sabiamente el lugar más cercano y adecuadamente desierto alrededor de la Mazmorra Shionel, siempre y cuando Kane viajara a la máxima velocidad, él sería capaz de llegar allí en dos minutos.
No pasó mucho tiempo antes de que Kane regresara, Rui lo buscó a él puesto que era el único que podía navegar y detectarlo. Sin embargo, lo primero que Rui le dijo cuando se reencontraron lo desconcertó,
—Necesitamos volver al piso, necesito saber lo que está pasando —le dijo Rui.
—¿Quieres volver? —Kane inclinó la cabeza frunciendo el ceño—. Si apenas hemos regresado de allí. Pensé que te quedaste atrás porque soy más rápido sin ti. ¿Qué pasa si nos ataca de nuevo ese loco?