Desesperado llamado de ayuda

Las alarmas retumbaban con estrépito por los pasillos del complejo militar de Zandar, una cacofonía de peligro que ponía los nervios de los soldados al límite con el sonido siendo un recordatorio agudo de la urgencia y el peligro en el que se encontraban actualmente.

El pánico no solo estaba grabado sino profundamente tallado en los rostros de los soldados más jóvenes mientras se apresuraban a encontrar a sus superiores, con sus botas golpeando fuertemente, casi en un ritmo frenético contra los fríos pisos metálicos.

En medio de este desorden, entre pasos apurados y giros bruscos, un grupo de soldados encontró a su oficial al mando. Su voz cortaba el caos, firme y autoritaria, sus órdenes experimentadas enviaban un mensaje claro:

—Busquen al Señor Max Rajput de Dombivli, y háganlo con rapidez. El destino del rey, y posiblemente el de Zandar mismo, depende de este pedido de ayuda.