La conciencia de Karyk flotaba en el vacío.
En este momento, el abismo no era meramente un lugar. Era un reino más allá de las restricciones de la forma física, el espacio y el tiempo. Pensamientos, recuerdos y emociones... todo estaba contenido dentro de este abismo.
Durante lo que pareció una eternidad, Karyk navegaba por el abismo sin destino. Ni siquiera podía sentir emociones en este estado. Era como si todo en este universo fuera insignificante.
No sabía cuánto tiempo había estado en un estado así. ¿Fue una hora? ¿Un día? ¿Un año? ¿O siglos? No estaba seguro. Todo lo que sentía era que lentamente comenzaba a perderse en el paso del tiempo.
La vida que había vivido antes, parecía una pequeña gota insignificante ante el abismo y su vastedad. Intentó proteger su cordura, pero estaba demostrando ser más difícil de lo que pensaba.