Karyk había dejado una sombra para vigilar al joven señor del tiempo para asegurarse de que no lo perdiera. Sin embargo, ni él esperaba que el señor del tiempo intentara escapar de este mundo con tanta prisa.
Para cuando recibió la información de su sombra y corrió hacia el portal, ya era demasiado tarde. Podía ver las huellas del señor del tiempo y sus seguidores, que desaparecieron cerca del portal.
La Bestia Aetheriana vio a Karyk y también se transformó en su forma humanoide.
—¿No eres el nuevo que se unió a nosotros? He oído mucho sobre ti —dijo la Bestia Aetheriana, revelando una agradable sorpresa.
—Estaba bastante frustrado de no poder ver a nuestro nuevo miembro de la familia ya que tenía que guardar este lugar. Qué bueno que finalmente pude verte, jovencito —se acercó a Karyk y le colocó una mano en el hombro—. También quería agradecerte por ayudar a recuperar el cuerpo de nuestro ancestro.