Capítulo 1022: Tú me das paz, yo te doy guerra

Karyk abrió la ventana después de borrar todos los rastros de su presencia. Su cuerpo se transformó en una sombra mientras saltaba afuera, viajando como un fantasma a través de la noche. El número de personas vigilando la mansión ya era muy alto, y el número de formaciones protectoras era aún mayor. A pesar de eso, viajaba a través de sus puntos ciegos, capaz de ver cada formación, una hazaña imposible para la mayoría. Incluso cuando una formación lo atrapaba, revertía el tiempo por unos segundos y tomaba una ruta diferente.

Después de dos horas, regresó a la mansión por la misma ruta. Entró usando la ventana y la cerró detrás de él. Una vez dentro de la habitación, despidió a las doncellas, sus cuerpos cubiertos de sudor. Salieron acompañadas por Karyk, quien tenía sus brazos alrededor de sus cinturas. Mostró su rostro a los otros sirvientes, creando testigos para demostrar que había estado allí todo el tiempo.