Dado que ya estaban en espera, la Compañía de Guerreros de Fuego abrió un portal y se trasladó al sistema natal de los Mímicos diez minutos después de que se firmara el acuerdo y se realizara el primer pago anual.
Decir que el hombre frente a Max se quedó sorprendido al recibir la noticia sería quedarse corto. Había oído que los Segadores tenían una compañía disponible y lista para partir, pero no había comprendido que los humanos poseían la tecnología para colocar Dispositivos de Portal en Naves Colonia de todo tipo y que no era un nivel de gasto reservado solo para sus insignias élite.
—Eso fue rápido. ¿Cuánto revuelo crees que provocará contratar mercenarios humanos dentro del Imperio Humano? —el traficante de armas le preguntó a Max, dándose cuenta un poco tarde de que los problemas podrían venir de una dirección diferente a la Alianza.