—¿Te importaría explicar por qué hay documentos de codificación alienígena extraños incrustados en el firmware de la Esfera de Dyson que creamos en un laboratorio en Rae 5? —preguntó Nico en silencio a Max a través de sus comunicadores implantados.
—No. Pero ya que sabes lo que es, sabes que provino de mis recuerdos, y no encontré una mejor manera de hacer que el software funcionara. No soy el gran genio de la programación en el grupo, así que si quieres que se rehaga en un lenguaje de programación más convencional para el próximo prototipo, eso corre por tu cuenta —respondió Max con una sonrisa burlona.
Él percibió a Nico sopesando y equilibrando los inconvenientes de enseñar a todos cómo usar el antiguo lenguaje versus traducirlo para el próximo prototipo.
—Está bien, lo traduciremos para no tener que enseñar a cada ingeniero de naves y Mecha en el universo cómo codificar de nuevo solo para trabajar en la generación de una Esfera de Dyson —respondió ella.