Un sonido tenue de la suave respiración de alguien se difundió por la habitación silenciosa.
Lux miraba a la joven que dormía a su lado con una mirada medio aturdida en su rostro.
Su cabello era largo, lustruoso y rosa, y tenía un rostro que podría encantar a cualquiera que lo viera. En su pecho estaba su mano derecha, y en su hombro descansaba su cabeza.
La joven belleza dormía pacíficamente e incluso tenía una leve sonrisa en su rostro.
Los recuerdos de lo que ocurrió la noche anterior resurgieron en su cabeza, haciéndole recordar por qué Aurora estaba actualmente durmiendo en su cama en lugar de la habitación de invitados.
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—¿Puedo dormir contigo esta noche, Lux? —preguntó Aurora mientras estaba parada fuera de su habitación, llevando una almohada en su brazo—. Tengo miedo de dormir sola.
—Por supuesto —respondió Lux.