El Fin De Un Cuento de Hadas [Parte 7]

—¿Quién eres? —Todos los ojos dorados comenzaron a reír entre dientes, tras oír la cuestión de Lux.

Sus risitas eran como innumerables campanas desprendiéndose que resonaban en la totalidad del universo, llegando lejos y ampliamente.

—Sé dónde los Antiguos irrumpieron de antaño, y por dónde lo harán de nuevo.

—Sé por dónde pisaron los campos del multiverso, y por dónde todavía los pisan, y por qué nadie puede verlos mientras los pisan.

—Soy la Llave y el Guardián de la Puerta. Pasado, presente, futuro, todos son uno conmigo.

—Soy Yog-Sothoth.

Todos los ojos dorados entonces se fusionaron, formando una gigantesca Puerta Dorada con incontables ojos que miraban a Lux con diferentes emociones.

Felicidad, tristeza, ira, soledad, compasión, burla, desdén y todas las miríadas de emociones del mundo, y más allá, enfocadas en un único ser, que era solo tan grande como un grano de arena frente a la majestuosa puerta.