—Sleipnir corría a través del tiempo y el espacio, haciendo que pareciera que viajaban a la velocidad de la luz.
—Lo único que Lux podía ver eran rayas de luz —le hacía sentir como si estuvieran en uno de esos agujeros de gusano que había visto en películas de ciencia ficción.
—Lux sentía que habían estado viajando durante horas, pero no se quejó. Sabía que el camino entre el Abismo y los dos mundos, Elíseo y Solais, había sido cortado, así que tenían que tomar una ruta indirecta para llegar a su destino.
—Finalmente, justo cuando el Medio Elfo pensó que su viaje nunca terminaría, encontró algo rojo al final del túnel de luz por el que corrían.
—Medio minuto después, Sleipnir rompió más allá de la luz roja, y Lux se encontró en un entorno familiar.
—Un cielo rojo con una luna llena roja supervisando todo en el mundo —debajo de él, Lux vio varios ríos de llamas e incontables portales de diferentes colores.