Con cada golpe, Lorelai evadía a Elena sin esfuerzo, mostrando técnicas de espada superiores y proeza en combate.
Elena luchaba por mantener el ritmo, sus movimientos cada vez más desesperados mientras intentaba defenderse del implacable asalto de Lorelai.
El sudor perlaba su frente mientras luchaba por mantener su posición ante la formidable oponente frente a ella.
Afortunadamente, Ren y Evie prestaron su ayuda mágica, aligerando su carga.
Evie tejió ilusiones, llenando el entorno con múltiples manifestaciones de Elena, Ren y Evie mismos, intentando confundir a Lorelai, otorgando a Ren momentos preciosos para lanzar su hechizo.
La batalla continuó con una intensidad que crepitaba en el aire como la electricidad.
El cuerpo de Lorelai pulsaba con un resplandor sobrenatural, y ella destruía las ilusiones que la rodeaban con un simple parpadeo de su muñeca.
Luego se lanzó hacia Evie, solo para ser interceptada por la espada de Elena.